El
acto de ayer en la Tertulia Cultural Trastero Dispar-Arte fue apoteósico. Casi
cincuenta personas asistieron, que para ser el segundo día de esta nueva
tertulia creada en el Bar Trastero, en Huelva, es todo un éxito. Claro que con
la calidad y las tablas sobre el escenario de una artista como la actriz,
escritora y narradora de historias madrileña de ayer es todo más fácil. En
algunos momentos de la actuación de Ana García- Castellanos anoche en la
tertulia Trastero Dispar-Arte la palabra se hizo magia y asistimos absortos al
milagro transmisor de las narraciones orales desde una calle maloliente de la
India sobre la que vuelan dragones amigables, o desde una plaza cualquiera del
mundo en la que un chamán nos descubre los misterios de la vida y la muerte, o
desde un paraíso regido por una mujer cómplice de otra ubicua y todopoderosa:
Dios hecha mujer. Las risas y las sensaciones volaron como mariposas
multicolores sobre el cielo de neón que cubría el escenario y las manos de
todos los asistentes se buscaron entre sí para componer una sinfonía de
aplausos interminables y de ecos de admiración como nudos de emoción en las
gargantas. Ni una mosca tuvo el valor de azorar con su molesto zumbido las
magistrales narraciones de esta artista excepcional. Fue una noche inolvidable,
mágica y plena de asombro y sorpresa continuada que permanecerá en la memoria
cultural colectiva de nuestra ciudad por muchísimo tiempo. Confiemos en que la
tertulia Trastero Dispar-Arte siga transitando por esta senda en la que calidad
artística de la programación y un entrañable y excepcional ambiente se mezclan
con profesionalidad y maestría. Y, sobre todo, gracias a la actriz y escritora
madrileña por su generosidad, teniendo en cuenta su valía internacional, y
profesionalidad artística y al público por apoyarnos sin fisuras desde el
inicio con su presencia, vital para dotar de larga vida a la tertulia. Desde la
organización de la misma nos comprometemos con todos ellos en mejorar cada día
y a superarnos en nuestros retos tratando de hacer posible lo imposible.
Francis Vaz
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